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Tolerancia - Indiferencia

Hay verdades que nos tocan en lo más profundo del Ser.



Está el contenido de un mensaje y la forma con la que se transmite ese mensaje.


El contenido es como el yogurt por poner un ejemplo. Podría venir en un envase sin rótulo. El contenido es ese elemento alimenticio, pensemos en uno vegano asi es mas sano. La forma puede ser el contenedor, podría ser transparente, o de plástico, también podemos ver la forma en la que se comunica que eso que contiene ese envase es un yogurt.


Supongamos que eso que contiene el envase no nos gusta pero nos hace bien. La etiqueta nos dice la verdad, contiene tantas vitaminas y minerales, pero tiene gusto distinto al de siempre y no lo elegimos por más que nos hayan dicho la verdad, le somos indiferentes, el contenido es bueno, la forma es sincera pero no nos gusta, y no lo aceptamos, ni le damos una oportunidad.


En la vida real pasa algo totalmente opuesto comúnmente, nos venden un producto que no es sano, con químicos innecesarios, edulcorantes y demás agregados para que nos encante y volvamos a elegirlo, el contenido no es lo mejor. La forma sería esa etiqueta, es llamativa, tiene nombres atractivos, recordables, con gráficas modernas, slogans revitalizantes, nos encanta, nos motiva a consumirlo porque tiene además un sabor riquísimo al paladar.


Acá entran en juego nuestra percepción por sobre lo que se nos presenta. Analizar la forma por un lado y el contenido por otro. Que tan real son ambos, ver cuál es el mejor para mi.

Partiendo de que puede ser que un contenido no me guste pero me haga bien podría trabajar la tolerancia si decido que ese contenido lo quiero en mi vida. Indiferencia podría tener a toda forma que no me hable de lo real de ese contenido, no dejarme cautivar por lo llamativo para tener un mensaje certero.


Ahora veamos esto aplicado a un proceso interno.

Siempre recurro a esto cuando analizo situaciones a sanar.

Supongamos que tengo un mensaje de un familiar cercano que me dice que algo que hago no está bueno, pero me lo dice a los gritos y ordenándome que haga lo correcto. El contenido es hermoso para mi evolución pero la forma no es amorosa. ¿Qué hacemos? Porque desde una herida y poner un límite puedo ser totalmente indiferente a ese contenido valioso pidiendo (porque no tengo tolerancia al maltrato) que se me respete. Se me activa en el mejor de los casos una resistencia que hace que aunque sepa que esa forma es buena, decida que no la voy a tomar en cuenta, y por el contrario voy a seguir haciendo lo opuesto, porque sí, porque la forma duele y no voy a permitir esa forma. Ahí me planté.


Respiro.

Porque para escribir esto me tengo que acordar de una situación de este estilo.

Nervios y bronca. Tensión.

Siempre se despiertan sentimientos de energías muy fuertes.


Cuando estamos sanando, en un proceso de introspección recomiendo: separar.

Es como agarrar un filtro energético, separar las energías del contenido: el mensaje, la enseñanza que me quieren transmitir y la forma en la que me lo dijeron.


Ese filtro separa y yo me quedo con lo que sea mejor para mi; el contenido en este caso.

Hay veces que nos dicen cosas hermosas pero que no son reales. Ahí damos gracias por la amabilidad pero que lo que nos están compartiendo no nos sirve para nuestra evolución.


Creo que tolerancia es poder pararse ante ese yogurt sin tomarlo, sin dejar que me lo hagan comer sin estar yo de acuerdo, poder analizarlo, elegir que tolero y a que le soy indiferente.


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