top of page

El efecto gratitud

Cuando pienso en Gratitud pienso en una enseñanza Budista.



Tomá una fruta, y cuando estés comiendo: masticá despacio, pensá en la tierra, la semilla que creció para convertirse en árbol, el tiempo que tardó en crecer, los vientos, el agua, la lluvia, el sol, los días, el crecimiento de ese árbol, luego el crecimiento de ese fruto hasta madurar, el proceso que llevó esa fruta a tu hogar y que hace que hoy pueda estar en tus manos, siendo saboreada por tu ser.


Ese detener el tiempo, contemplar todo lo que tuvo que pasar para que pueda estar hoy dándote sus nutrientes, ese es un claro ejemplo del Efecto Gratitud que puedo compartirte.


Todo lo que tuvo que pasar para que hoy vos puedas estar compartiendo con tus seres queridos, leyendo un libro, estar abrigado con una prenda. Todo ese proceso, tiempo que no vemos pero podemos develar cuando hacemos este acto de honrar todo eso que sucedió que desconocemos, en el cual no estuvimos involucrados pero fue necesario.


Siento fielmente esto cuando me cruzo con personas que puedo tener la oportunidad de conocer, internamente es un “Gracias Vida”, porque cada persona nos deja una parte de su ser, su energía y como cuando nos nutrimos de un alimento, nos nutrimos de eso que las personas nos comparte, queda en nuestro ser y empieza a formar parte de nosotros.


Además siento también como la vida coordina exactamente las vidas para que se encuentren en el momento preciso. No sólo que ambas vidas crezcan, sino que también que coincidan.


Todo esto me parece un milagro que cuando llamamos casualidad podríamos comenzar a ver desde la gratitud todo lo que tuvo que pasar para que ese regalo suceda.


bottom of page